El postgrado se entiende cualquier actividad de formación que se imparta o a la que se acceda, después de la obtención de un título universitario. (ie, en carreras que exigen cuatro o más años de escolaridad superior). En el ámbito internacional, se suele encontrar hoy oferta formal (ie, especializaciones, maestrías, doctorados y postdoctorados) y no formal de postgrado (ie, cursos, e incluso programas cortos, en las modalidades de “educación continuada” y de “reciclaje”).
En general, y para los efectos del tema que nos ocupa, al postgrado se le concibe como la formación de nivel avanzado cuyo propósito central es la preparación para la docencia, la investigación, la aplicación tecnológica o el ejercicio especializado de una profesión. El concepto incluye tres niveles de formación convencionales:
· Cursos de especialización cuya finalidad es brindar conocimientos y entrenamiento profesional en un campo del saber afín al del pregrado, actualizando y profundizando el conocimiento y refinando habilidades y destrezas.
· Cursos llamados indistintamente maestrías, máster o magíster cuyo propósito es brindar conocimientos avanzados en un campo del saber académico o profesional, usualmente de carácter interdisiciplinario, en las ciencias, las artes, las letras o la tecnología. Entrenamiento básico en investigación suele acompañar a este tipo de programas, particularmente en aquellos más conocidos como maestrías “académicas” en contraste con las maestrías llamadas “profesionales” o “profesionalizantes” cuyo énfasis, como su nombre lo indica, es el fortalecimiento y consolidación de las competencias profesionales en un campo del saber.
· Cursos de doctorado cuya finalidad es brindar preparación para la investigación original que genere aportes significativos al acervo de conocimientos en una disciplina, demostrando haber superado distintos niveles de complejidad en el saber que permitan avanzar, desplazar o aumentar las fronteras de un campo del conocimiento. Aunque al título de doctor se le ha considerado siempre, en el mundo académico, como la “licencia” requerida para ejercer la docencia universitaria, rara vez se encuentra algo en los currícula que tenga que ver con la enseñanza en el nivel superior.
La distinción conceptual que se hace, debo advertir, no obedece a la idea quizás erróneamente generalizada de que los postgrados no doctorales se insertan, como un aditamento, en los niveles clásicos de la educación superior (ie, se suele asumir que un nivel de postgrado es pre-requisito de otro, en forma secuencial: un máster para aspirar a un doctorado, una especialización como primer paso para aspirar a un máster) sino que se ajustan más a un contexto de educación permanente (“life-long learning”: manejo de información; habilidades de carácter instrumental, profesional, personal; resolver problemas; inferir y generar nuevos modelos conceptuales) que combina de modo alternativo el aprendizaje y la acción, la formación y la práctica profesional (“life-wide learning”: aprender a aprender, a hacer, a estar).
Fuente: Víctor Cruz Cardona, Ph.D. CALIDAD DE LA ENSEÑANZA EN EL POSTGRADO Y SU ACREDITACION INTERNACIONAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario